A partir del primer minuto del 1 de junio 2018, México y Canadá serán sometidos a un arancel del 10 por ciento al aluminio, toda vez que no hubo suficiente avance en las negociaciones para renovar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
La decisión implementada, surgió a partir del 19 de enero de 2018 cuando el Secretario de Comercio informó sobre “el efecto que las importaciones de artículos de aluminio tenían en la seguridad nacional de los Estados Unidos”.
El 23 de marzo el presidente Trump anuncia su intención de “ajustar las importaciones al imponer aranceles del 10 por ciento ad valorem sobre dichos artículos importados“.
En respuesta, el Gobierno mexicano hizo lo propio e impuso aranceles de entre 15 y 25 por ciento a los productos de acero y algunos bienes agrícolas, como piernas y paletas de carne de cerdo, manzanas, arándanos, quesos, papas y whisky, de Estados Unidos.
Esos impuestos fueron por un monto cercano a tres mil millones de dólares, valor que fue equivalente al daño que recibiría México por la medida del gobierno estadounidense.
¿Como afecta eso a los Ciudadanos Mexicanos?
Primero, el precio de algunos productos que todo el mundo compra probablemente suba.
El aluminio es materia prima para automóviles, aviones, equipos de refrigeración, y electrodomésticos fabricados en Estados Unidos. Las industrias de construcción, petróleo, automatización, robótica, y servicios públicos lo utilizan como perfiles arquitectónicos, perfiles estructurales, componentes y accesorios así como también para latas de alimentos, bebidas.
El aluminio es parte de la vida diaria del ser humano, y en entrevista, el Presidente de la Cámara Nacional del Aluminio (CANALUM) Ramón Beltrán dijo, – Vamos a ver esto como un reto, como una oportunidad de crecimiento y de voltear a ver otros horizontes, aunque nuestro principal socio comercial es EUA, es sano para el sector ampliar sus importaciones y exportaciones con centro y Sudamérica –